Mis manos sangran cada vez mas, mis pies emanan ese liquido viscoso rojo que tenéis los humanos, mi guarida se inunda de un fuerte y espeso olor a cobre..
Metida en la bañera mi plumaje se tiñe de tan maravilloso tinte y ahí en el agua ...veo correr sin poner medios mi pequeña y oscura inclusión en la vida, que para nada sirvió y nadie ayudó.
Solo a que en ese pequeño recipiente lleno de agua se convierta en la gran fuente de vida que se irá por el desagüe.
Mis poros taponados por mi flujo sanguíneo, volverán a limpiarse volverán ha respirar por si solos, pero mi estancia aquí me demostró que antes de seguir tu camino antes debes ahogarte en tu propia SANGRE.
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